El Agua Termal de Avène está repleta de minerales y oligoelementos que calman, fortalecen y equilibran la piel sin resecar, especialmente el sílice que proporciona confort y suavidad en cada aplicación. Es ideal para aliviar sensaciones de incomodidad, enrojecimiento, picazón y tensión en la piel. Se puede aplicar después de limpiar el rostro para eliminar impurezas residuales. O antes de los productos de cuidado, para preparar la piel y facilitar su aplicación. También se puede utilizar para refrescar la piel en temperaturas calurosas. Adecuado para toda la familia, durante o después de tratamientos oncológicos y para todo tipo de pieles.